Crónica del pais de los enanos pijudos











Son miles.
Viven en un mundo de hojarasca.
Y cáscaras. Y mingitorios.
No un mundo seco, un mundo resecado.
De cosas húmedas y mojadas que ya no lo son.
Un mundo inmundo

Tienen la receta para todo.
Saben ladrar y hacer chilenitas.
Tragan todo por el culo y lo cagan por la boca.
Cuando recitan su poesia, las palabras aun siendo bellas llegan envueltas en un hedor maligno.

Viven sodomizándose unos a otros
Ya no se sabe donde empieza un enano y donde termina el otro.  
Parecen ciempiés con olor a culo.
Ciencaras sin dientes.
Cien carcajadas y lenguas.

Oler un enano es como andar en bicicleta
Uno se acostumbra a sus vulgares mentiras
y a su encanto decadente
como a andar con el asiento metido en el orto.

No se cansan nunca
pero si se cansan, paran lo que dura un bostezo.

Tragan cagan y mienten
Una vez
Otra vez
Después otra




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