Huele a sado
en celo
regalando sonrisas
como caramelos
Duele a maso
nuevo
partido al medio
por un amor sin filo
Huele a sado
domesticado
a boa, a pitón
en la pecera del living
bostezando
después de almorzar
los ravioles que sobraron
duele a maso
tornasolado
todo lenguas
todo llagas
todo fuegos
Huele a sado
a otro viaje de la carne
en el baul de un torino oxidado
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